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Sustancias químicas y el Sistema Globalmente Armonizado (SGA)

Actualizado: 3 may 2019



Desde la perspectiva de la prevención, el conocimiento de la peligrosidad de los productos químicos y de los efectos negativos potenciales que puedan producir, es fundamental para poder evaluar sus riesgos y tomar medidas encaminadas a reducirlos. Esa era la función de las etiquetas, a través de sus pictogramas, frases, consejos que nos daban información sobre los riesgos que entrañaba su uso y también sobre las medidas preventivas a tomar, pero… ¿Qué pasa cuando esa sustancia o esa mezcla pasa a formar parte de un mercado mundial?


Tenemos una situación como la Torre de Babel, frecuentemente, la comunicación de los peligros asociados se veía limitada. Para facilitar ese comercio mundial, y proteger al mismo tiempo la salud humana, se ha venido desarrollando, durante más de doce años, unos criterios armonizados de clasificación y etiquetado y los principios generales de su aplicación en la estructura de las Naciones Unidas, lo que ha dado lugar al Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y etiquetado de productos químicos (SGA)


El 9 de octubre de 2015 se publicó la NOM-018-STPS-2015. Su título es: sistema armonizado para la identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas en los centros de trabajo. El objetivo de esta Norma Oficial Mexicana (NOM) es: establecer los requisitos para disponer en los centros de trabajo del sistema armonizado de identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas, a fin de prevenir daños a los trabajadores y al personal que actúa en caso de emergencia.


La nueva NOM-018 entra en vigor a los tres años siguientes de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Con la entrada en vigor de esta Norma quedará sin efectos la Norma Oficial Mexicana NOM-018-STPS-2000, Sistema para la identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas en los centros de trabajo. Durante el lapso señalado en el artículo anterior, los patrones podrán cumplir con la Norma Oficial Mexicana NOM-018-STPS-2000.


La mencionada NOM concuerda con el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS, por sus siglas en inglés), una propuesta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para trabajar de forma más segura. El GHS es un sistema que busca normalizar y generar un código universal para la clasificación y etiquetado de productos químicos.


El Sistema Globalmente Armonizado establece un sistema de identificación de riesgos para que, en caso de un siniestro, los trabajadores o quien esté expuesto a sustancias químicas, puedan reconocer los riesgos y el nivel de peligrosidad a los que se enfrentan.

El Rombo de Seguridad, el indicador de riesgo que ha sido usado desde que se implementó, cambia y será sustituido por una nueva señalización de productos químicos, que entrará en vigor a partir del 01 de agosto del 2018, a nivel mundial.



El uso de elementos gráficos de precaución, los nuevos pictogramas enmarcados rojo, sustituirán gradualmente a los anteriores símbolos.



Esto define los peligros físicos, para la salud y medio ambiente de los productos químicos; estandariza los criterios de clasificación global relativos a la peligrosidad de los productos y transmite información a través de etiquetas y hojas de datos de seguridad.

El objetivo de la SGA es establecer un sistema armonizado de comunicación de peligro de sustancias químicas en todo el mundo.


Peligros, categorías y divisiones





Las sustancias químicas presentan un amplio rango de efectos potencialmente adversos desde los riesgos para la salud tal como la intoxicación y carcinogenicidad, riesgos físicos como inflamabilidad y corrosión, hasta los riesgos ambientales, como por ejemplo la contaminación del agua, suelo y la toxicidad en la vida acuática. Los trabajadores que están directamente expuestos a dichas sustancias, tienen derecho a trabajar en un entorno seguro, saludable y a estar debidamente informados, protegidos y capacitados sobre el uso y manejo de las sustancias químicas con las que estén en contacto.


La mejor forma para lograr un adecuado manejo es realizar un inventario de las sustancias químicas que se encuentran en las diferentes áreas, revisar que estén debidamente etiquetadas, clasificarlas por incompatibilidad y contar con las fichas de datos de seguridad para transmitir información sobre los riesgos y las medidas de protección asociadas. Posteriormente evaluar para qué se utilizan y qué exposiciones pueden resultar de su uso, una vez que los peligros se han identificado, clasificado, comunicado y el riesgo se ha evaluado, el último paso es utilizar esta información para diseñar un programa adecuado de prevención y protección para los centros de enseñanza e investigación.


Las ventajas de utilizar el sistema globalmente armonizado son mejorar la comunicación coherente y simplificada de los peligros de los productos químicos y las prácticas que deben seguirse para manipularlos y utilizarlos de manera segura y cobrar mayor conciencia de los peligros, lo que contribuirá a utilizar los productos químicos de manera más segura en el lugar de trabajo y en el hogar.


Los efectos en la salud de las sustancias químicas dependen de la vía de entrada, si es por vía respiratoria, digestiva o dérmica, del tiempo de exposición a las mismas, del número de exposiciones, del estado físico (sólido, líquido o gaseoso) y de la sensibilidad o susceptibilidad de las personas a esas sustancias, que a su vez depende de otros factores como las características genéticas, la edad o el estado de salud. Algunos de los peligros a la salud que se pudieran presentar al no tomar en cuenta las medidas preventivas en el manejo de sustancias químicas son: irritación en piel, ojos y vías respiratorias, mutagenicidad, toxicidad para órganos diana, cáncer e incluso hasta la muerte.

Por todo lo anterior es importante que se lleven a cabo acciones encaminadas a proteger la salud y la integridad física de las personas, así como promover prácticas sustentables para el cuidado del ambiente.


Además, resulta imperante que se proporcione capacitación y adiestramiento a todo el personal que esté involucrado en el manejo de sustancias químicas y materiales peligrosos, así como mantener el registro o evidencia de la capacitación proporcionada.


No aplica para:

  • Productos farmacéuticos

  • Aditivos alimentarios

  • Artículos de cosmética

  • Residuos de plaguicidas en alimentos

*Numeral 1.1.2.4 del libro púrpura: Se propone esto debido a que, aunque pueden ser consideradas sustancias peligrosas, su exposición es deliberada a dosis específicas.




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